El Papa Benedicto XVI, al recibir la celebración de una “hora bávara”,
en su residencia de verano en Castel Gandolfo, gracias a más de 1,000
peregrinos alemanes que llegaron hasta ahí, remarcó la importancia de
vivir la alegría, a pesar del sufrimiento en el
mundo.
El Santo Padre indicó que si bien algunas
personas se podrían cuestionar su está bien ser tan feliz mientras el
mundo está tan lleno de sufrimiento, oscuridad y dolor, “la respuesta
sólo puede ser un ¡sí! Porque decir ‘no’ a esta dicha no beneficia a
nadie, sólo hace el mundo más oscuro”.
“Y aquellos
que no se aman a sí mismos no pueden dar amor a sus compañeros, no
pueden ayudarles, no pueden ser mensajeros de paz”,
señaló.
Benedicto XVI señaló que “sabemos por nuestra
fe, y lo vemos cada día: el mundo es bello y Dios es bueno, y se volvió
hombre y entró entre nosotros, sufre y vive con nosotros. Sabemos esto
definitiva y concretamente: Sí, Dios es bueno y es bueno ser un
hombre”.
“Vivimos en esta alegría, y tratamos de
llevar esta alegría a otros, para rechazar el mal y ser servidores de la
paz y la reconciliación”.